Francesco Tonucci es investigador del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Cognición del Consejo Nacional de Investigación (CNR) italiano, en Roma. Su actividad profesional se ha dirigido al estudio del pensamiento y del comportamiento infantil. También es admirado como dibujante de viñetas, que firma como FRATO. Es el creador y responsable del proyecto internacional “La ciudad de los niños”, que propone a los administradores cambios en las ciudades asumiendo a las niñas y a los niños como referencia fundamental. Entre sus libros destacan “Con ojos de niños” (1987), “La soledad del niño” (1994), “La ciudad de los niños: un modo nuevo de pensar la ciudad” (1996), “40 años con ojos de niño” (2007) y “Con ojos de abuelo” (2009).
Tonucci tiene un discurso imprescindible sobre la infancia, la lectura y la escuela. Éstas son algunas de sus palabras sobre el tema:
Tonucci tiene un discurso imprescindible sobre la infancia, la lectura y la escuela. Éstas son algunas de sus palabras sobre el tema:
“Yo creo que la escuela tiene que hacerse cargo de todo el conjunto cultural y hacerse cargo de construir con los niños los cimientos antes de los aprendizajes. La lectura es uno de ellos. La propuesta es muy sencilla: hay que leer a los niños. O mejor, hay que leer. Los niños necesitan encontrar adultos que leen. Frecuentemente, maestros me dicen: “¿Cómo leer? Yo no tengo tiempo, no puedo”. Ya sé que es difícil la condición especialmente de las maestras que, además de la clase, tienen la familia. Lo entiendo, lo puedo justifi car, pero sigue siendo imposible para una persona que no necesita leer, enseñar a leer. No funciona. Los niños necesitan encontrar, por primera vez en su vida probablemente, personas que leen y que no pueden resistirse a leer. Y leen literatura, porque leen por placer. Y esto se manifi esta, esto se nota. Invitar a los niños a un mundo de libros, no importa la edad, que sean de ocho meses o que sean de tres años o cinco años, la escuela debe ser lugar donde hay libros, donde se ven libros, se tocan libros, se respetan los libros. No se usan como juguetes, se usan como libros.
Y por fin la propuesta más simple: dedicar un tiempo a la lectura a los niños. La propuesta que yo hago es un tiempo fijo cada día. Puede ser, pongamos, un cuarto de hora, veinte minutos. Si queréis con un despertador, que sea riguroso y que termina. Esto especialmente si queremos hacer una experiencia fundamental que es leer libros, no cuentos. No digo que los cuentos no valgan, se puede hacer un poco, pero lo importante es comprometernos a leer libros por muchos días. Enseguida, retomándolo donde lo dejamos ayer, con los niños que dicen: “No, por favor, que siga…” No, tenemos que parar. Y tenemos que esperar a mañana, porque esperar también forma parte de la cultura de la lectura. Si no lo habéis probado, podéis vivir emociones únicas, porque un grupo de niños escuchando a un adulto que lee (cuidado, que lee bien). Hay que prepararse. No tener la presunción de que, como somos maestros, podemos ponernos frente a un libro no importa cómo. Hay que prepararse. Como hace un actor. Pero la emoción que suscita la lectura vale todo el esfuerzo que nosotros hacemos. Dedicar un tiempo fijo a la lectura”.
Y por fin la propuesta más simple: dedicar un tiempo a la lectura a los niños. La propuesta que yo hago es un tiempo fijo cada día. Puede ser, pongamos, un cuarto de hora, veinte minutos. Si queréis con un despertador, que sea riguroso y que termina. Esto especialmente si queremos hacer una experiencia fundamental que es leer libros, no cuentos. No digo que los cuentos no valgan, se puede hacer un poco, pero lo importante es comprometernos a leer libros por muchos días. Enseguida, retomándolo donde lo dejamos ayer, con los niños que dicen: “No, por favor, que siga…” No, tenemos que parar. Y tenemos que esperar a mañana, porque esperar también forma parte de la cultura de la lectura. Si no lo habéis probado, podéis vivir emociones únicas, porque un grupo de niños escuchando a un adulto que lee (cuidado, que lee bien). Hay que prepararse. No tener la presunción de que, como somos maestros, podemos ponernos frente a un libro no importa cómo. Hay que prepararse. Como hace un actor. Pero la emoción que suscita la lectura vale todo el esfuerzo que nosotros hacemos. Dedicar un tiempo fijo a la lectura”.
Las viñetas de Frato no tienen desperdicio, dan mucho que pensar y son muy atinadas.
ResponderEliminarEl texto me parece muy jugoso e interesante. ¿Podrías dar la referencia completa de la fuente de donde ha sido extraído el fragmento?
Un saludo
http://www.box.net/shared/cds5683lud
ResponderEliminarhttp://www.box.net/shared/6gecptkrvo
http://www.box.net/shared/ep48i7isxf
Frato es un tipo genial y con una sensibilidad exquisita hacia la infancia. Creo que mi manera de entender la relación con las niñas y los niños le debe mucho a Tonucci, casi tanto como a Rodari o a las escuelas de Reggio Emilia.
ResponderEliminarEs una pena que su propuesta de La ciudad de los niños no haya tenido más eco en los gobiernos municipales.
Saludos
Hola. Este blog me parece algo súper importante. Leer es algo muy bueno y se lo tenemos que recalcar a nuestros hijos. Yo como madre todos los días antes de acostarse le pongo un rato a leer y creo que es muy bueno para él. Os dejo un blog que también está bastante interesante con respecto a la importancia de leer este es; http://babyradio.es/blog-entrada/122/2013-04-04/la-importancia-de-leer. Ya sabéis animar a vuestros hijos.
ResponderEliminarUn Saludo.