domingo, 4 de julio de 2010

Y si no nos enseñaron a soñar cuentos¿podemos enseñar a soñarlos?

Sí y mil veces sí.
Que no todos tenemos que ser altos rubios y de ojos azules al modo Hollywood.
Hoy, el autorretrato ha llegado a Doña Díriga de la mano de...
nos mete un gol por la escuadra, Jose Carlos, ese pedazo de artista en el arte de Soñar cuentos.
Una esperanza para los que ahora no leen.
No se preocupen. Es que no se han cruzado, todavía, con un soñador de cuentos 
Sepan, espectadores del partido de 1Gol por la educación,  ¡que  leerán y les gustará leer!
José Carlos Román.

MI AUTORRETRATO LECTOR:

            No puedo evitarlo, me atrae inexplicablemente ese agradable y envolvente olor de las librerías, ese especial olor a libros nuevos... a  libros que esconden historias guardadas que desean que alguien las descubra... a libros que nos llaman y nos invitan a soñar. Y es que soy un soñador de historias, de las mías propias, pero sobre todo de las inventadas por otros.
            He de reconocer que mi afición por la lectura no viene de tan pequeño, pues no era un valor especialmente cultivado en mi casa. Fue ya de joven, sobre todo al entrar en la escuela de Magisterio, cuando descubrí el placer que proporcionaba tener un libro entre las manos y cómo en un solo instante podías viajar y transportarte a mundos lejanos, reales o imaginarios. Y si hay un libro de aquella época que me marcó fueNo digas que fue un sueño” de Terenci Moix. Todavía, al recordarlo, cierro los ojos y me imagino junto a Cleopatra y Marco Antonio contemplando el bello y misterioso Egipto desde la terraza de su majestuoso palacio.
            Y llega la edad adulta y mi incursión en el mundo de la docencia como maestro de educación infantil y entonces descubro el mundo de la literatura infantil y juvenil.. ¡y que gran descubrimiento! Todos sabemos la importancia de la lectura de cuentos en esta etapa educativa, pero ojo, no de cualquier cuento. Actualmente hay una selección de álbumes ilustrados que son de una exquisita calidad, tanto por su contenido, como por su formato.
            Compartir unos de estos hermosos libros con mi alumnado me hace volver a ser niño, pues a través de la ilusión que trasmiten sus ojos mientras les leo cuentos como Nadarín” (Leo Leonni), “El gran viaje” (Anna Castagnoli) o “Inés Azul” (Pablo Albo), vivo una segunda niñez.
            No hay nada que me proporcione más placer que ese momento de silencio absoluto y expectación que se crea con la lectura del cuento. Esas caritas con los ojos abiertos de par en par, esas bocas abiertas cuando al protagonista le acecha un peligro, esas caras tapadas con las manos cuando aparece el terrible monstruo... pero lo mejor es siempre el final... cuando acabando de  terminar el cuento se escucha siempre... “¡otra veeeeez maestro!... y volvemos a contarlo.

2 comentarios:

  1. ¡Os he visto en la transmisión de Edublogs2010!
    ¡Qué suerte haberos conocido casi "en persona"!
    Me ha encantado vuestra intervención, lástima que no hubiera tiempo para más...!
    Está bien eso de ponerle voz a los amigos...
    ¡Que disfrutéis del verano con muuuuuuuuuchos libros al lado!
    Abrazos.

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  2. Yo también me he emocionado al veros casi "en vivo y en directo"
    Que magia enchufar un aparato y que no te de calambre pero si te genere "corriente"
    Un besazo

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